lunes, 18 de junio de 2018

UNA CUESTIÓN DE PEDAGOGÍA: LO QUE LA MATEMATICA NOS PUEDE ENSEÑAR


El ejercicio de la docencia universitaria se constituye en una oportunidad para reflexionar no solo sobre los contenidos o temas que se consideran pertinentes en la formación profesional de los estudiantes sino para debatir acerca de las metodologías que se emplean en sala de aula para trasmitir ese conocimiento. Creo que por este rol que jugamos en la educación es necesario el desarrollo de una actitud crítica especialmente cuando se trata de auto-evaluar nuestro ejercicio profesional y de aceptar nuestros errores, aprender de ellos y avanzar en esa búsqueda por hacer de nuestros cursos no solo un espacio de formación profesional sino de formación cívica, ciudadana.

La sala de aula es como dice Kuntz (1996b) una pequeña microsociedad en donde las relaciones estudiantes-docente y entre estudiantes pueden estar basadas en estructuras piramidales o del otro lado situaciones más espontáneas, democráticas y creativas. Si la práctica pedagógica es ante todo una práctica política surge entonces la necesidad de avanzar hacia prácticas pedagógicas que para el caso colombiano nos permitan alcanzar ese mínimo que es el respeto a la diferencia y el reconocimiento del otro y sus ideas. Si el docente se aprovecha de su saber para establecer relaciones autoritarias termina reproduciendo una estructura social rígida que guarda mucha similitud con las estructura social del país. La transformación de esas relaciones cotidianas requiere ante todo de una elevación del nivel de consciencia acerca de las relaciones que se tejen con quienes nos rodean.

Mi experiencia de enseñar economía para no economistas

Mi interés por reflexionar acerca de mis prácticas como docente me llevaron en el pasado a escribir acerca de la enseñanza de la economía. En aquella ocasión planteé la necesidad de luchar contra un imperialismo económico en las ciencias sociales y por modificar nuestros planes de estudio para que los estudiantes reconocieran la importancia de las metodologías cualitativas, de cultivar el gusto por el arte y la literatura, de una formación más integral, más humanista por cuánto el discurso técnico nos tiende a volver seres insensibles.

La trayectoria profesional de estos últimos años me ha llevado a ser docente de economía en un programa de sociología. En esta etapa he podido tener más espacio para la experimentación no solo en la elección de los contenidos a enseñar sino en la metodología que puedo emplear en clase. Frente a un plan de estudios que contemplaba un curso de microeconomía y otro de macroeconomía que no estaba dando los resultados esperados, pensamos con otros docentes revisar los contenidos y pensar en las necesidades de quienes estaban estudiando sociología. Existía además un problema que también era determinante y era la necesidad de un docente economista con mayor empatía hacia las ciencias sociales, es decir, que lograra estar dispuesto a escuchar y construir y no de imponer su visión de mundo.

Se han planteado dos cursos que están en aplicación desde 2016. Un curso presenta a los estudiantes de sociología la evolución del pensamiento económico haciendo enfasis en los campos que acercan a las dos disciplinas (socioeconomía, sociología económica, economía social y solidaria) mientras que el segundo curso gira alrededor de la comprensión de la economía colombiana haciendo un recorrido desde la escala global a la nacional aportando los elementos que permitan discutir acerca del modelo de desarrollo económico y sus impactos en la sociedad colombiana. Espero tener la posibilidad de escribir acerca de este modelo más adelante y de poder utilizar los resultados de evaluación de estos cursos para revisar los objetivos planteados y mirar los efectos que este cambio ha traído en la formación de los estudiantes de sociología.

En este texto deseo reflexionar sobre aspectos que he considerado necesarios para fortalecer el curso de economía colombiana. Mientras en el curso de pensamiento económico se espera enseñar sobre la diversidad teórica que existe en la ciencia económica para el caso del curso aplicado al caso colombiano se ha tratado de avanzar en el desarrollo de habilidades para la comprensión del lenguaje técnico que los economistas suelen emplear no solo en los textos académicos sino en la prensa económica ya que este lenguaje suele ser una barrera para que los no-economistas puedan entrar en el debate académico y científico.

Volviendo a Kuntz (1996b) es importante el desarrollo de unas habilidades en los estudiantes que les ayuden a estructurar su pensamiento y les permita utilizar de manera más eficaz el conocimiento adquirido. La matemática y la geometría tienen esa potencialidad pero ante la ausencia de interés por los procesos racionales se evidencia consecuencias negativas en el plano político: la ausencia de adhesión de grupos a las instituciones y valores fundamentales que ponen en riesgo la democracia. Kuntz señala por ejemplo que al carecer de este tipo de formación existe un desdén hacia la aceptación de reglas especialmente en el ámbito lingüístico (ausencia de vocabulario y desconocimiento entre ortografía y gramática).

Es una reflexión muy pertinente cuando nuestro país vive este clima de agitación electoral y saltan a la plaza pública numerosos políticos que apelan a discursos que carecen de esas reglas básicas que propendan por un verdadero debate. Retomando a Kuntz (1996b) por medio del debate científico se hace democracia ya que allí cada participante tiene el derecho a participar y le reconoce al otro la posibilidad de expresarse y participar en la solución de problemas. Sin embargo, en el plano económico y social tiende a ser excesivo el papel que adquieren los técnicos y expertos mientras que los demás quedan reducidos al silencio. Predominan soluciones cuantitativas que carecen de parámetros humanos y un corto circuito en el diálogo cuando estas “personas brillantes” se les dificulta escuchar el discurso un poco torpe de la población que por lo general sufre los efectos de esas medidas. Kuntz concluye abogando por un paso de la tecnocracia a la democracia, la cual está marcada por la incorporación de esos parámetros humanos, de alcanzar ese debate científico.

Es por esta razón que me he detenido a pensar en el papel que cumple la formación en matemática y geometría y sus beneficios para una sociedad más incluyente y tolerante. Muchos de los estudiantes han expresado sus debilidades en este tipo de conocimientos y por ello existe cierto rechazo inicial a los cursos pero a medida que se logra discutir sobre los postulados teóricos de las escuelas económicas se puede entender que detras de cada escuela existe una visión de mundo, una ideología. Sin embargo, no se puede caer en el error de considerar que usar las matemáicas o la geometría en el análisis económico sea parte de una "ideología capitalista" ya que justamente esas herramientas podrían ayudarnos a denunciar la desigualdad e injusticia que genera el sistema económico dominante.
Si mi primera reacción fue la de evitar el uso de esas herramientas y de intentar explicar las principales ideas que se escondían detrás de las diferentes escuelas de pensamiento y de algunos modelos económicos, con el tiempo, he cambiado mi punto de vista y me he interesado en la discusión acerca del cómo enseñamos y de recuperar la importancia de esta formación para la vida cotidiana. Creo que existen vacíos en mi propia formación que he decidido aceptar y resolver a través de la oportunidad de ser docente y en ese caso se trata de aprender con los estudiantes, en función de sus necesidades y de las mías propias. Es encontrar un justo medio entre una formación técnica pero sensible al dolor humano.

Un conocimiento estructurado alrededor de los mapas conceptuales

La formación en matemática y geometría está asociada a la formación de la mente y en el desarrollo de una capacidad para aprehender los interrogantes que nos plantean diferentes escenarios de la vida económica y social. Las habilidades derivadas por ejemplo de una formación en geometría radican en la posiblidad de llevar a cabo un proceso de manejo abstracto de información que tiene lugar en un contexto marcado por el tipo de sociedad en la que vivimos (industrial, pos-industrial, etc.) (Kuntz, 1996a).

Retomo nuevamente a Kuntz quién me ha servido de fuente para este breve ensayo ya que este autor hace una relación entre la importancia de una formación en matemática y geometría que va más allá del interés en adquirir un conocimiento que se pueda explotar en el mercado de trabajo sino que por el contrario nos permite hacernos mejores ciudadanos. Autores como Ha-Joon Chang (2016) también han señalado la importancia de que los no economistas conozcan los debates técnicos y se interesen por participar en ellos. Se trata de una aspiración que requiere en primer lugar la destrucción de ese muro impuesto por una jerga técnica, por ese debate técnico al que ya me referí antes.

El plano del convento- El Nombre de la Rosa
Manejar la información que nos proporciona el contexto de nuestra sociedad implica entonces comprender, por ejemplo, el proceso que realiza el geómetra, el cual inicia con la abstracción, por la codificación de un dibujo para convertirlo en figura geométrica. La abstracción tiene lugar cuando se asocia esta figura geométrica como parte de una familia de figuras compatibles con el enunciado principal. “Aquí la abstracción del proceso geométrico se manifiesta claramente, es decir, el razonamiento que se basa en una de las figuras de la familia debe ser pertinente a todas las demás” (Kuntz, 1996a,178).

El experto enriquece posteriormente la figura obtenida gracias a que dispone de información ligada a una memoria estructurada, de donde se desprenden sus actos. Pero también este experto evita la introducción inesperada de información ajena al enunciado. De esta figura enriquecida el experto realiza una extracción mental o gráfica de toda clase de sub-figuras cuya pertinencia conoce y que pueden ser fuente de conjeturas. “De la información global que contiene el enunciado extrae bloques de información que organiza en función de su experiencia y del propósito eventual que persigue” (Kuntz, 1996a,178).

La clasificación es el paso siguiente y consiste en la contextualización del problema. El experto lo relaciona con los conocimientos y los meta-conocimientos pertinentes. Aquí radica una de las principales causas del buen desempeño del experto. Después de la fase de clasificación se buscan las soluciones. Este proceso de enriquecimiento de la figura, clasificación y búsqueda de las soluciones se puede repetir muchas veces hasta lograr una solución o conjunto de soluciones al problema. En suma, el conocimiento matemático y geométrico se estructura alrededor de mapas conceptuales llenos de etiquetas. Entre más denso y extenso el mapa hay más posibilidades en dominar un tema. Por último, se nos recuerda que esos mapas no son fijos sino que se mueven y se pueden ampliar.

Una aventura que vale la pena vivir

Nuestro país se encuentra en un momento histórico ya que a partir de la firma de los Acuerdos de Paz se ha recuperado la fe y la esperanza en construir una nueva forma de relacionarnos, de dejar atrás el miedo que no nos dejaba pensar claramente y que nos nublaba la razón. Creo que un efecto positivo que deja este acuerdo está en sembrar las condiciones para que prospere ese debate cientifico, es decir, una situación en donde cada uno escuche a los otros, en donde las nociones de verdad y error científicos sean puestas a prueba en relación a nuestro contexto lejos de la imposición de doctrinas o verdades únicas vendidas con halos de infalibilidad. De romper con esa exclusión que alimentan los debates técnicos.

La Biblioteca- El Nombre de la Rosa
Creo que esa potencia de las matemáticas sería indispensable en Colombia para un escenario de posacuerdo. Nuestra sociedad es víctima de una polarización que es alimentada por discursos e imágenes que se han construido a partir de lo emocional y poco desde lo racional y es por eso que terminamos siendo un país que le hace homenaje a la pasión, especialmente cuando se trata de su poder destructivo. Surgen entonces los siguientes interrogantes ¿Puede ser la matemática y la geometría una opción para ofrecernos una salida cuando los radicalismos promovidos por los fanatismos religiosos e ideológicos nos han llevado a la muerte y exterminio del otro?

Asumir ese desafío en materia de enseñar matemáticas y geometría requiere claro está de estrategias metodológicas y en términos más globales de cierta pedagogía, es una aventura para quién desea la experimentación y la creatividad en sala de aula. El objetivo será la de ayudar a que los estudiantes tengan la posibilidad de organizar y hacer avanzar mapas conceptuales, de que la estructuración de su conocimiento no sea resultado de la acumulación de grumos organizados de forma confusa. Este esfuerzo requiere también de estudiantes apasionados por el deseo de aprender. El beneficio como puntualiza Kuntz para la vida en general será la de tener “un intelecto bien edificado [que] puede tratar con éxito temas abstractos bien diversos” (Kuntz, 1996a: 182). 

¿Y la formación profesional?

La capacidad de interpretar escenarios complejos y de poder estructurar un mapa conceptual que nos permita comprender diversos fenomenos sociales y económicos tiene también una consecuencia en el tipo de profesional que se puede formar. Es la de un ser humano con capacidad para dialogar con otros saberes. El mundo después de la universidad se convierte en un proceso continuo de interacción con profesionales de otras disciplinas y con saberes que se han forjado por fuera de las instituciones educativas. Lejos del imperialismo arrogante de la ciencia económica se trata de un escenario en donde se encuentran mapas conceptuales que recogen diversas visiones de mundo frente a un objeto en particular. Es posible que unos sean más racionales que otros o que respondan a racionalidades diferentes pero lo importante es reconocer que esa diversidad en las lógicas que los soportan no implican que el saber técnico sea el único a tener en cuenta.

Para aquellos tecnócratas que se escudan en un conocimiento imparcial y libre de ideologías queda como desafío el avanzar hacia una mejor comprensión de esos otros saberes. Avanzar hacia una integración que lastimosamente no suele tener lugar en la esfera de la política pública y tristemente tampoco en el caso de los movimientos sociales. Para los docentes y especialmente para quienes enseñamos economía sería de vital importancia que a la hora de enseñar trasmitiéramos no solo ese saber técnico sino esa sensilidad hacia el otro. De colocar nuestro grano de arena en la construcción de una sociedad menos rígida.

El reto está entonces en una enseñanza en donde la formación matemática tenga esa potencia de ayudar en la comprensión de los procesos sociales. A través de un lenguaje y unas herramientas específicas se puede tratar de enfrentar la confusión que traen los contextos y hacer un proceso de depuración y abstracción que puede contribuir en la comprensión de las complejidades de esa vida económica y social. Se trata del reconocimiento de otros saberes y de la construcción solidaria de un pensamiento que no sea estéril y que nos permite avanzar hacia una sociedad más racional a la hora de actuar pero que conserve la sensibilidad hacia el dolor de quienes han padecido los efectos negativos del modelo de desarrollo económico que nos han impuesto esa élite tecnocrática que nos gobierna.  

Referencias 

Chang, Ha-Joon (2016) Economía para el 99% de la población. Penguin Randon House Grupo Editorial. Bogotá.

Kuntz, Gerard (1996a) Conjeturas sobre la utilidad de una formación matemática para la vida económica y social. En: Revista EMA 1(3) pp.173-194 Disponible en: http://funes.uniandes.edu.co/1024/

Kuntz, Gerard (1996b) Conjeturas sobre la utilidad de una formación matemática para la vida económica y social 2. En: Revista EMA 2(1) pp. 3-18 Disponible en   http://funes.uniandes.edu.co/1031/



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