martes, 11 de junio de 2019

A PROPÓSITO DE LAS IDEOLOGÍAS Y LA EDUCACIÓN




Artículo de opinión publicado en:
Periódico El Buscador
Universidad Santo Tomás, Bogotá
Edición 17, 2019 
Sección Desde la academia

¿Es posible enseñar una economía crítica?

En mayo de 2014 se hizo pública la Iniciativa Internacional de los estudiantes de economía por una enseñanza más pluralista (ISIPE). Por medio de una carta abierta a la sociedad denunciaron el empobrecimiento de la investigación y la enseñanza en este campo del conocimiento así como el favorecimiento de los intereses de sectores muy específicos (generalmente del sector financiero) en contravía de la noción de un conocimiento orientado a las necesidades de la sociedad en general.

El pluralismo en la enseñanza se planteaba en tres ejes específicos: en las teorías, los métodos y el enfoque disciplinar. En el campo teórico se denunciaba que los planes de estudio ofrecían la imagen de una ciencia cuyo cuerpo de conocimiento estaba unificado. Sin embargo, la ciencia económica presentaba una diversidad de posturas intelectuales que respondían a diferentes ideologías y por tanto una educación pluralista debía tratar de promover los espacios de debate que contribuyeran a que el estudiante generara un pensamiento crítico. 

Han pasado cinco años desde que estos estudiantes denunciaron la enseñanza que estaban recibiendo y sus reclamaciones nos sirven como punto de partida para discutir la propuesta de restringir la libertad de cátedra que se estaba proponiendo en Colombia. Los docentes como muchos otros ciudadanos pueden tener afinidades con determinadas ideologías y deberían tener el derecho a hacerlas explícitas en el salón de clases, no obstante, deberían también estar en la capacidad como docentes de poder presentar a los estudiantes la diversidad de posturas esperando que sean ellos quienes se decanten por aquellas corrientes que sean acordes con su propia visión de mundo. Es necesario reconocer que los estudiantes no solo adoptan una ideología a raíz de la educación recibida por sus maestros sino también por las redes familiares, profesionales o de otra índole.

La tolerancia es un valor que se puede cultivar en el salón de clases si se aprende a escuchar la diversidad ideológica que acompaña a la diversidad teórica en ciencias sociales. Además se puede promover la resolución no violenta de las diferencias si se promueve el debate argumentado. Estos dos fines son más importantes aun cuando se enseña economía para la sociedad en general. 

Una iniciativa que está orientada a tales objetivos es la que desarrollamos en el plan de estudios de la facultad de sociología de la Universidad Santo Tomás. Desde 2016 se han redefinido los contenidos de los espacios académicos Teoría Económica I y Teoría Económica II. En el primer curso se aborda la historia del pensamiento económico (pluralismo teórico) y en el segundo se analiza el modelo de desarrollo económico colombiano (pluralismo disciplinar y metodológico). Estos dos espacios académicos se adecuan así a las exigencias del plan de estudios que busca la generación de sociólogos/as críticos. La libertad de cátedra por lo tanto se hace indispensable para una sociedad más democrática y es una tarea que requiere de permanente reflexión y autocrítica para ejercerla de manera responsable.